Sentada contemplo la belleza del paisaje
y el me lleva hasta tu mirada
donde me siento protegida y amada.
Sentada escucho las olas del mar
y ellas me llevan hasta tu boca
profunda y humeda,
donde me sumerjo y olvido
todos los malos momentos.
Sentada acaricio la arena
y ella me lleva hasta tu cuerpo
uniforme y rebelde
en el que me pierdo en las noches
llenas de mil sensaciones.
DONDE EL SILENCIO RESPIRA.
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Hay noches que no comienzan con el atardecer,
sino con una vibración invisible bajo la piel.
N o se anuncian, pero se sienten
como el temblor de una...
Hace 1 día
1 si quieres... Opina aqui.:
Te digo que me ha encantado tu poema.
Mandalo AL LABERINTO te lo públican fijo, ja, ja, ja, ja.
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