Estaba sentada viendo su vida pasar poco a poco, no importaba si el
sol quemaba su piel, o si la lluvia mojara su ropa.
En las noches se aferraba a una foto que por los años desgastada,
su imagen era imposible de observar.
La gente la observaba y nadie era capaz de dirigirle la palabras,
la mayoría se preguntaba , si estaría loca, y los niños la apedreaban, y la insultaban, ella nunca reaccionaba, inmersa en sus pensamientos todo el tiempo estaba, y no importaba si barrían sus pies, si la manguera matutina, mojaba sus faldas, a ella nada de eso le importaba.
Un día esbozo una sonrisa he inerte callo al suelo, nadie la recogió,
hasta pasados unos días.
Al cabo del tiempo se escucho una conversación en la que alguien pregunto que había pasado con la mujer de la acera ,le comentaron lo sucedido, y empezaron a especular, que era lo que pasaba por su mente, si estaba loca por vivir ahí etc...
Al poco tiempo empezaron a ocurrir extrañas cosas en esa calle,
el semáforo nunca iba bien, habían patinado un par de motos justo en el tramo donde la mujer anónima había fallecido, y creyeron todos que ella los había maldito, el barrio empezó a ser abandonado, cuando un hombre muy mayor se sentó justo donde ella se sentaba , un joven le contó lo sucedido y le recomendó que no se sentara ahí a descansar, el hombre lo miro atentamente y le dijo, no me he sentado a descansar estoy esperando a mi primer amor y siento que a quien tu llamas loca era ella, esperare como espero ella, seguiré su camino para que cuando llegue mi momento me este esperando en este mismo sitio, el niño lo miro como si el también estuviera loco y se marcho, justo al lado de aquel hombre empezó a crecer una rosa,la recogió la beso y esbozando una sonrisa inerte callo.